lunes, 16 de noviembre de 2009

Te estaba esperando




Te estaba esperando Mateo, Mateo el viajero. Ya tenía yo los ojos cegados por ese sol, por ese eterno andar sin dirección  de la misma o de distintas lagartijas, cuando vi volar una mariposa, que era como esas mariposas de antes que ya ni recordaba, turquesa y violeta como las guitarras de los niños; y fue por eso que entendí que ya venías.
 
Te estaba así esperando Mateo, Mateo el triste, con este desierto inmenso por delante que es ahora mi patria, y mi prisión. Y es que nos ha dejado así, abandonados, el Tiempo: ya no hay viento que silbe o agua que corra; queda sólo la lagartija- ilusión que se repite en la arena dura, y el calor sin fuego que me condena sin cesar.

¿Lo sientes tu también, Mateo, el calor? Debimos haber sido culpables por igual para que se nos condenara al mismo calor. Veo que sufres de la misma hinchazón de pies y de ojos que me aqueja aquí, o tal vez es que estos ojos míos ya no ven más que un mundo hinchado, contenido y a punto de explotar. Ya te acostumbrarás, Mateo, al calor, porque te digo yo que éste no existe, y empezarás a desear cada vez más los baños calientes que te prepararé dentro de estas bañeras públicas, que son lo único que hay por aquí: estos baños son mi templo, y en mi templo la diosa soy yo.

Ven Mateo, debes tener hambre si has caminado todo el día. Recuerdo bien ese olor a pollo rostizado, a papas fritas con romero, a salchichas a las brazas, a calabazas, a manzanas, a limones y pasteles de almendras con cerezas y peras horneadas. Y el chocolate. Ven Mateo, Mateo hambriento, entra a mi humilde casa y deja que te lave los pies y te ofrezca donde reposar. Aquí no hay alimento.

Lo sé que estás ya recordando el frío Mateo, Mateo el nuevo, que lo estás sintiendo, que te estás volviendo casi azul; que deseas ya entrar en el agua caliente y para siempre dormir y evaporarte más allá de donde es posible ir. Lo sé Mateo, Mateo el inocente, que aún sigues creyendo, que aún tienes fe. Yo también sigo creyendo; yo también tengo fe.